cuatro_maquillajes_diferentes

Las que hace ya unos añitos salimos del patio del colegio, guardando mejor o peor concepto de éste, miramos las fotos antiguas de nuestros compañeros con ternura y nostalgia… No creo que las amistades de la infancia sean más fuertes que las que hacemos de mayores, pero sí que tienen una magia especial. Cuando somos niños, simplemente jugamos y hablamos con nuestra “compi” de pupitre, no nos importa como es su familia, si es tímida o divertida, simplemente la queremos y nos hacemos casi familia, pues vamos creciendo y aprendiendo junto a ella. Gracias a las vueltas que da la vida (parezco una viejita repipí 😉 ) hace dos años volví a encontrar a mi amiga María, nuestros enanos ahora juegan juntos, como lo hacíamos nosotras bailando las Spice Girls. Cuando volví a encontrarla después de varios años, me pareció mentira que fuese ya mayor… Es muy bonito querer a alguien que viste crecer y comprobar que aunque ya no es una niña, conserva muchas cosas buenas que aprendísteis juntas.

En mi Maratón Beauty de ayer, pude conocer a cuatro amigas de la escuela que aún siguen unidas gracias a los adelantos de la comunicación (vuelvo a ser una abuelita charlatana), facebook, “whatsaps” etc. (son una forma estupenda de mantener el contacto y seguirte preocupando de quienes no tienes cerca pero adoras). Esther, Rocío, Olga y Ana, son cuatro amigas muy distintas entre sí, pero que gracias a esa etapa tan bonita de la vida en la que no llevamos pre-jucios en la mochila, se conocieron y crecieron juntas. Fue muy bonito verlas reírse y disfrutar de los preparativos de la boda de una gran amiga. Espero que pasaran un gran día junto a ella.

Buena semana a todas!!! Arriba!!