Este fin de semana tan largo lo pasamos en Mérida, pues mi prima Beatriz celebraba su Primera Comunión. Ya os he hablado alguna vez del “oasis de paz” que nos supone aterrizar en esta ciudad romana… Todos
los momentos que paso allí son buenos y especiales, congelaría esos ratos tan mágicos, en familia (pero como dice mi tío Jorge, “lo mejor es que se pueden repetir!!”) .

Mi prima Bea es una niña sensata como su madre y soñadora como su padre. Después de darle muchas vueltas a distintas ideas para regalarle, terminé por ir a “Yo lo bordo” (aquí podéis ver su Facebook), una tienda de detalles textiles y cosas bonitas. Marta se encarga de asesorarte y recomendarte diferentes opciones según el tipo de regalo que desees hacer. Me encantan las toallas, los delantales estampados y las mochilas, todo está elegido por ella, con mucho gusto, pero pensando en lo coqueta que es Beatriz, me decidí por este juego de toalla, cesta de playa y neceseres. En esta edad pre-adolescente, es difícil acertar con el regalo, pero recuerdo que es en esos años cuando nuestra personalidad y gustos se van definiendo, cuando escribimos nuestro nombre a la goma de borrar y marcamos con nuestra florecita dibujada cada página del cuaderno. Por estar en esa etapa de “autoafirmación” es casi seguro que un regalo, apropiado, con su nombre (grabado o bordado) les hará mucha ilusión.

Espero haberos dado una idea a todas las que estéis buscando un regalo de Primera Comunión con el que sorprender.